miércoles, 13 de julio de 2011

Entrevista a Marcelo Castro Fox, representante de la OIT en Argentina


Es muy difícil volver a la 

flexibilización de los ’90”

Por Ignacio Chausis
 
Aseguró que existe una mayor conciencia y que los contratos en la actualidad contemplan una mayor protección de los trabajadores. 
El representante de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para la Argentina, Marcelo Castro Fox, recibió a Tiempo Argentino en la oficina que la delegación tiene en el microcentro porteño. Aseguró que la consolidación de las paritarias constituye “una señal muy buena” en tanto implican la voluntad de encontrar consensos por parte de empresarios, sindicatos y gobierno. Dijo también que en el país existe una mayor conciencia “sobre lo que no puede volver a suceder” en relación a la protección de los derechos laborales.

–Desde la OIT, ¿ven avances en relación con la protección del vínculo laboral desde 2003?
–Ha habido avances en lo referente a ampliar la protección social. En el medio hubo una enorme crisis económica internacional. Creo que la Argentina estuvo mejor preparada que los países europeos. La transferencia de recursos condicionada es uno de los lineamientos que la OIT recogió cuando se adoptó el pacto mundial para el empleo, en la conferencia de 2009, es decir, las medidas anticíclicas tomadas por el gobierno argentino para contrarrestar los efectos de la crisis están en sintonía con lo que está pregonando la OIT, fundamentalmente colocar al empleo en el centro de las políticas. Lo que he observado es que se está llevando a cabo una política que va en conformidad con los postulados que se difunden desde la OIT.
–¿En qué se evidencia ello?
–Con respecto a las cuestiones que preocupan al Ministerio de Trabajo, como eliminar las peores formas de trabajo infantil –una política que se viene desarrollando hace tiempo– y promover una mejor inspección del trabajo, se ha adoptado un nuevo método que se llama trabajo registrado digital a través de computadoras. Uno puede adoptar una legislación que está en conformidad con los convenios de la OIT, pero si no se vigila el cumplimiento ahí tenemos entonces una deficiencia muy grande, algo que se ha visto en América Latina. Desde el punto de vista normativo, el hecho de que se asuman políticas para mejorar la inspección laboral, está muy bien.
–Los trabajadores rurales conforman uno de los sectores más precarizados. ¿Por qué es tan difícil erradicar esas prácticas en el agro?
–Creo que todo parte de la falta de un marco legal adecuado en el sector rural, acerca de cuáles son las condiciones básicas de trabajo y de vida, algo que se está remediando. En ese tipo de actividades el trabajador muchas veces vive en el lugar de trabajo, por lo que hay una responsabilidad mayor en cuanto a proporcionar condiciones dignas de vida durante el tiempo que están ahí. Empezó a legislarse sobre esas condiciones de vida, ahora faltaría que los servicios de inspección hagan lo suyo. Esta desprotección arranca por el carácter temporario, por la falta de legislación y por un mayor celo que tendría que haber de los servicios de inspección del trabajo. Y en sensibilizar a la sociedad, tanto a empleadores como a productores.
–¿Nota cambios en relación con la protección al trabajo?
–En relación con estudios y estadísticas, se redujo el trabajo informal, si bien falta mucho. Ahí hubo un avance hacia la protección de la relación laboral. El desempleo también llevaba una progresión muy grande. Creo que hoy sería muy difícil volver a contratos laborales con una gran flexibilidad. Yo no digo que no haya que adaptarse a los tiempos, porque las condiciones de producir cambian desde el punto de vista tecnológico. Pero también creo que hay que concientizar sobre la productividad, sobre cómo deben repartirse los ingresos, qué lugar el capital, la mano de obra, la negociación colectiva, promover un diálogo social, que va más allá de la negociación colectiva.
–¿Estamos mejor que en los noventa?
–Yo creo que los contratos, al menos en la Argentina hoy por hoy, contemplan una mayor protección. Que haya más convenios colectivos, es decir, puntos de consenso sobre cuál es una normativa suficiente para proteger los ingresos y las condiciones de trabajo de los afiliados, es un buen síntoma. Hubo un incremento muy grande de convenios colectivos en la última década, esto habla muy bien. Significa que sindicatos y empleados hicieron bien su tarea, y también el gobierno hace bien al promover este mecanismo para fijar normas, no nos tenemos que quedar sólo en lo que pasa en el Congreso y los decretos del gobierno.
–¿Se puede volver a la flexibilización?
–No se puede predecir. Sin embargo, existe cada vez una conciencia mayor sobre lo que no puede volver a suceder. La Argentina ha estado presente en la OIT, conoce muy bien cuáles son los principios de la OIT, sería muy triste si..., creo que sería difícil que haya un retroceso, en la preservación del empleo de calidad, que significa con la protección social, respeto a las normas fundamentales de trabajo, promover la justicia social. Si se vuelve atrás, las denuncias serían mucho más fuertes que 30 años atrás, cuando no había una conciencia tan arraigada sobre estos temas.

Publicado el 12 de Julio de 2011 Tiempo Argentino

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